" Nos reímos de la moda de ayer, pero nos emocionamos con la de antes de ayer, cuando está en vías de convertirse en la de mañana " Marlene Dietrich

lunes, mayo 3

UKIYO- E : Imágenes del mundo flotante

UKIYO- E significa en japonés "imágenes del mundo flotante" y hace referencia a la creencia budista de que todo lo terrenal ha de perecer y de que, por ende, debemos enfocarnos en lo no material, en "eso" que eleva el alma... nada más alejado de nuestro Occidente consumista.
Las mujeres tendemos a querer ser esa diva que admiramos y hacemos lo imposible porque así sea. Y digo "querer ser" porque nuestra obsesión no se limita a "parecerse" o "tener el look de", no señor. Nosotras queremos SER ellas. Claro, como no somos ni tontas ni conformistas, queremos ser TODAS ellas: sexys como inigualable Marilyn Monroe pero absolutamente independientes y fuertes como Madonna, inteligentes como la Stone sin perder la seductora ingenuidad de Meg Ryan, encantadoramente elegantes como Audrey Hepburn pero con una seguridad y estilo único como Frida Kahlo, magnéticas como la Garbo, graciosas como Julia Roberts y con los labios y el marido de la Jolie.
Tanto deseamos todo esto (y la lista sigue y sigue...) que no llegamos nunca a genuinamente estar conformes con lo que la Madre Natura nos dio. Podemos ser absolutamente felices con nuestra familia y trabajo, pero nunca jamás vamos a dejar de desear perder esos 3 malditos kilos que hacen que ajuste el pantalón justo ahí, revelando lo que intentamos ocultar. Y yo, acá tirada viendo en MTV las envidiables proporciones de Beyoncé, me pregunto: ¿de qué vale todo el esfuerzo si aún, recién salidas de la peluquería y enfundadas en nuestro vestidito negro favorito que nos muestra estilizadas y flaquísimas, seguimos siendo para el otro la hija que no aprendió a coser, la madre sobreprotectora, la esposa que odia el fútbol y reza porque termine el Mundial?
No es desesperanzador mi mensaje, no se confundan. Lo que creo es que, simplemente, podemos mejorar nuestro Yo, es inútil intentar cambiarlo. Aceptémosnos, me repito a mi misma. Hace un tiempo he comprobado que cuanto más seguras nos sentimos, más atractiva es nuestra imagen (en su amplio sentido). Y cuando eso ocurre, estamos un poquitíto más cerca de aquellas divas que admiramos, casi más aún que nuestros maridos y novios. Porque ¡ojo! que ellos miran con la misma cara de babosos a la Capristo que a cualquier veinteañera que se pasee con pollera corta por el barrio, por más que nosotras aseguremos que tiene celulitis e insistamos en que tiene el pelo demasiado platinado y unos zapatos de tres temporadas pasadas. ¿Por qué entonces, no sentirnos bellas nosotras también? ¿Por qué no darse cuenta que es así como otros nos ven a nosotras?
¡Desempolvemosnos entonces, que eso de que " para ser sexy hay que sentirse sexy" no es tanta mentira! Pues aunque JAMÁS lo admitamos, sabemos que ese piropo poco elegante recibido cuando pasamos por alguna construcción, más de una vez nos alegró el día haciéndonos sentir bellas así, como somos, aunque inevitablemente sigamos queriendo perder esos tres kilos de más... o cinco (¿por qué no?)

1 comentario:

  1. Es dificil evadir esta cultura del consumismo,que nos exige cada vez mas, nos muestra imagenes irreales y nos hace creer que eso es la felicidad.
    Pero es muy cierto tambien que si tenemos actitud el resto son pavadas!
    Exitos en este nuevo blog!!

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